DIESEL EN LA SANGRE: POEMA ORIGINAL
Hoy dedico esta publicación a uno de mis mejores amigos. Si se habla de los imprescindibles, Guido es uno de aquellos.
El poema originalmente fue publicado en mi segundo libro, 'Autorretrato', por esas cosas de la vida debí volver a haberlo incluido en 'Retratos y Relatos', pero por esa tendencia a la cuadratura que poseo en mis métodos de trabajo, ni siquiera se me ocurrió...mis disculpas públicas querido amigo.
DIESEL EN LA SANGRE
(A mi hermano Guido)
“Llevo diésel en la sangre”
decías con frecuencia, recalcando
que tu vida no era ni sería
una de escritorios ni de gerencia.
Lo tuyo era la carretera y el camino rural
la naturaleza y el aire libre
los engranajes de los motores
las cargas bien estibadas
la pericia al volante.
El hombre de acción, decidido
preclaro y tranquilo con la
serenidad del que viene de vuelta
de muchas historias a despecho
de la juventud.
Llegaste al detestado colegio el penúltimo
año de la secundaria.
Distinto, muy distinto a la adolescente masa amorfa
que constituía la clase entera.
no eras del agrado de todos
por decir de frente lo que pensabas
y con argumentos de peso, incontestables a
muchachos acostumbrados a ser el centro florero
de la mesa y de los profesores.
Personalidad fuerte no apta para borregos
por eso decían detestarte
aunque a regañadientes te admiraran.
Me brindaste tu amistad
en el momento preciso
unos segundo antes de perderme en el vacío
de la uniformidad y la mediocridad.
como un manto protector
como un sabio guía
como un líder a seguir.
Con mucha paciencia y humor
fuiste ganando mi confianza
que en aquel entonces no brindaba a casi nadie
me hiciste ver que los números podían ser domados
que la química y la física sólo eran abstracciones
comprensibles con sentido común y algo de trabajo.
Así fue simple concluir el ciclo del colegio
convirtiéndote en el polo de atracción
de otros compañeros que más tarde serían
amigos y hermanos.
Como todo humano
las contradicciones aparentes cruzaban tu persona
partidario aparente de la dictadura y su odioso
sistema económico, sin embargo,
escuchabas a Víctor Jara y a otros trovadores
con respeto y admiración.
Uno de los muchos obsequios que agradeceré
Hasta el último de mis días.
Camarada noble, amigo fiel y dedicado
nos enseñaste el sentido profundo de la tierra
guiándonos hacia las tierras del sur de Chile
los presentaste a los sagrados pehuenes, los
lagos y ríos escondidos en la cordillera.
El aroma del bosque austral,
la buena gente que ahí vive
a través de pueblos perdidos y
caminos solitarios
Así nos mostrabas que el
mundo era mucho más amplio que
lo que uno podía imaginar.
Mucho es lo que te debo
una forma de enfrentar la vida
el amor a la aventura y la naturaleza
a ser coherente con tus propios principios
A ser un mejor hombre
a ser humano.
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© [2025] [Daniel Olivero González]. Todos los derechos reservados.


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