Una Tarde De Octubre ("Te Doy Una Canción")



Cuántas coincidencias puede haber en la vida de dos personas. Contigo daba la sensación que no tenían límites, cada vez que creía haberte erradicado de mi vida de una forma u otra volvías a aparecer, y cuando sucedía eso me daba a mí por buscarte. Hacían varios meses que te había regalado los poemas que escribí durante los años en que pretendía tu amor, pensaba que con ese gesto podría cerrar el capítulo de una historia que no había tenido comienzo, eso quería creer.

Pero la vida a veces tiene vueltas muy extrañas, un sábado estudiaba con un compañero, ese sábado era el día de tu cumpleaños, fecha que tenía presente pero prefería no darle importancia, y es así que en un momento, mi estimado condiscípulo,  vencido por la aridez del estudio, me invita a salir e ir a ver a un amigo que vivía cerca de donde estábamos. Accedí, también estaba aburrido.

Caminando fuimos y el trayecto me era extrañamente familiar, en un momento estábamos en el mismo pasaje donde tu vivías, el amigo de mi amigo, era vecino tuyo….esto es demasiado pensé...bueno estaba ahí, ¿por qué no saludarla, total era su cumpleaños?...
No alcancé a pensar y te vi, ibas con un tipo!! Nos vimos al mismo tiempo y caminamos a encontrarnos, saludos protocolares, irme por las ramas, lo típico que me pasaba contigo, de sentirme sin valor de decirte nada y, al mismo tiempo ese impulso de tomar por asalto tu boca…pero seguía hablando, en un momento te pregunté: 

-¿Y leíste los poemas?
Ella bajó la mirada, dos lágrimas asomaron en sus hermosos ojos. 


 La miraba. El sol de primavera al ponerse en esa época del año, da bellos tonos en el cielo, una brisa suave, el perfume de la primavera en pleno, esa era  la escenografía que daba marco a la escena, algo sucedía, ella cedía su barrera mental, levantó su cabeza y toda la belleza que hubiera podido desear se reflejaban en su mirar.
 
 -¿No te gustaron? – pregunté 
- Tonto, no…son hermosos, los fui leyendo después que me los entregaste y no pude parar de llorar, qué más quieres que diga…

Callamos ambos, nos mirábamos, y todo parecía haberse detenido, solo unos centímetros me separaban de tu boca…era el punto de inflexión de mi vida...sin embargo te dejé ir….


…cómo gasto papeles recordándote

Cómo me haces hablar en el silencio

Cómo no te me quitas de las ganas

Aunque nadie me vea contigo….
(Silvio Rodríguez)


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