A primera vista
Tema recurrente, el amor a primera vista, en este cuento sin fin de los asuntos sentimentales, pero parece ser cierto en muchas historias. Es casi tan parecido al perderse en los ojos de la persona amada. Esa primera impresión, ese latido más rápido, la respiración más agitada, el rubor en sus mejillas; esa sensacion de conocerse de siempre, de inquietud y alegría simultánea...
Nos encontramos en el metro......
Claudia, te conocí virtualmente, a través de un portal de encuentros, por alguna razón hicimos buenas migas a través de los primeros mensajes, luego conversando por medio del sempieterno msm messenger, casi dos meses tratando de conquistarte para que me dijeras que tu corazón ya no estaba solo. Pero no era mi compañía, así que corte por lo sano, y no me volví a acordar de ti. Hasta que, un día recibí un correo tuyo. El que respondí de la forma que me pareció más adecuada con sarcasmo e ironía. Pero no te rendiste, me llamaste y reanudamos el contacto, de vuelta al chat, hasta que te invite al cine. Cita a ciegas. Para los dos. ¿Dónde? Qué mejor que la boletería de una estación de metro, lugar limitado, y de fácil acceso y salida.....
Una llamada antes del encuentro, cómo nos reconoceríamos, describimos como vestíamos, tu polera a rayas, mi traje y el color de mi corbata. Llegue puntual, recorrí el perimetro de la estación, buscando a alguién con tu descripción. Hasta que te vi, apoyada en una pared, leyendo, nos miramos, te sonrojaste y una sonrisa nerviosa abarcó tu rostro.....y ese fue el comienzo de aquel camino juntos.
Nos encontramos en el metro......
Claudia, te conocí virtualmente, a través de un portal de encuentros, por alguna razón hicimos buenas migas a través de los primeros mensajes, luego conversando por medio del sempieterno msm messenger, casi dos meses tratando de conquistarte para que me dijeras que tu corazón ya no estaba solo. Pero no era mi compañía, así que corte por lo sano, y no me volví a acordar de ti. Hasta que, un día recibí un correo tuyo. El que respondí de la forma que me pareció más adecuada con sarcasmo e ironía. Pero no te rendiste, me llamaste y reanudamos el contacto, de vuelta al chat, hasta que te invite al cine. Cita a ciegas. Para los dos. ¿Dónde? Qué mejor que la boletería de una estación de metro, lugar limitado, y de fácil acceso y salida.....
Una llamada antes del encuentro, cómo nos reconoceríamos, describimos como vestíamos, tu polera a rayas, mi traje y el color de mi corbata. Llegue puntual, recorrí el perimetro de la estación, buscando a alguién con tu descripción. Hasta que te vi, apoyada en una pared, leyendo, nos miramos, te sonrojaste y una sonrisa nerviosa abarcó tu rostro.....y ese fue el comienzo de aquel camino juntos.
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