En Alameda Sin Esperanza: poema


En la ciudad de Santiago hay un cruce en la avenida principal, la Alameda Libertador Bernardo O'Higgins, una calle la cruza perpendicularmente para avanzar hacia el sur, Esperanza.

Solían reunirse en esa esquina varios mendigos ancianos a pedir alguna moneda. Aprovechaban que el flujo vehicular se detenía por la breve duración de la luz del semáforo.

No solo había necesidad material en ellos, la pobreza y la marginalidad siempre golpean duro. Lo más triste y conmovedor eran sus miradas, sus ojos translucían toda la soledad y la tristeza del mundo.

No sé si alguno continuará con vida, muchos años han pasado, es un recuerdo más, que  quedó impregnado en estas palabras.


En Alameda Sin Esperanza

En la esquina de Alameda con Esperanza,
 se apaga la tarde, la ciudad avanza.
 Un viejo mendigo extiende la mano,
 pidiendo monedas, soñando un hermano.

 En sus palabras, resuena la vida,
 su dignidad aún no está vencida.
 Busca en las miradas un poco de abrigo,
 pero la ciudad nunca escucha su grito.

 Y en su sonrisa, un rayo de sol,
 cuando el metal rompe su dolor.
 Pero más brilla cuando hay palabras,
 cuando alguien escucha, su voz olvidada.

 Quizás mañana no esté en la esquina,
 quizás el frío le robe la vida.
 Y mientras el mundo sigue girando,
 él sigue esperando, sigue esperando.

 Cambia la luz, cambia el destino,
 queda en la calle como un suspiro.
 Tanta gente pasa, nadie se queda,
 tan lejos de todo, tan lejos de la esperanza.

 

© [2025] [Daniel Olivero González]. Todos los derechos reservados.

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