Delirios musicales

La entrada que comparto hoy fue escrita hace mucho tiempo atrás, motivado por la separación de mi familia, una noche escuchando música surgieron estas palabras:

"Qué puede quedar de una vieja canción, quizás la extraña sensación de haber vivido lo que las notas insinúan...

Aquellas baladas de jazz, nostalgicas, sensuales, hablan de derrotas y marginales.

Marginados del amor pasional, desgarrados corazones latiendo por rutina o por miedo de abandonar su desdicha.

Las notas del piano recuerdan a lágrimas que se han llorado por años y vidas enteras, la cadencia de una melodía evocará  una mirada, quizás la tuya.

Pero tú no existes, nunca exististe y estas canciones me consuela de tu no ser. Me recuerdan que para muchos soy un arquetipo del fracaso, aunque no lo vea así...pero cuán ciego se es cuando los sentimientos y la pasión guían el andar.

¡Qué música, me golpea la nostalgia y me acompaña la melancolía!

Continúen cantando, suenen los violines, llévenme de aquí, muestren su Universo de notas y acorde, llévenme, quiero ser parte del vibrar de todo el dolor y la hermosura que se halla en ustedes.

Una guitarra y unos acordes pueden juntos con un piano hacerme creer que soy feliz, feliz de tu recuerdo...y soñar, sí soñar:
Que tu voz me silencia
Que tu mirar me mostrará el amor
Que tu mano me dará la fuerza que una vez supliqué,
Que puedo soñar que algún día seré feliz.

Me hacen delirar, ustedes canciones, y si una dulce voz promete que solo tendrá ojos para mí esta noche, sólo queda pedir esta pieza y perderme en el brillar de una mirada que nunca llegó, tan transparente que lo queda mí es nada...divagar, divagar y dejarse llevar en tu ensueño de cuatro minutos y sentir que seré parte de tu voz.

Vuelvo a la realidad, a mis pasos sin rumbo, por calles extrañas que ya existían en mis más tenebrosos sueños, iluminadas con la luz postiza de luminarias que intentan apagar la noche, para no recordar que la muerte aguarda a su amparo.

(Julio de 2001)