El Ultimo Post


La Despedida

El último post, la última entrada en un blog tan sentimental no debería dejar de seguir esa senda de los sentimientos profundos, de las historias tortuosas y de los finales tristes y definitivos.

Le he dado muchas vueltas a lo que escribiría para esta ocasión, buscaba un broche de oro, un fin que pudiera ser motivo de un pequeño estremecimiento, un leve vibrar del viento en medio de la quietud de la noche, unas palabras que definieran lo que fueron mis historias de amor, quizás como se despide a alguien que se ha amado de verdad.

Pero las circunstancias que acompañan a nuestras emociones y sentimientos cambian de maneras drásticas algunas veces y casi imperceptiblemente en otras ocasiones, y lo que fue importante en un momento en otro ya no lo es, y lo que pareció improbable se transforma en una constante perenne que no deja de rondar el rumiar de los pensamientos.

Son las palabras finales que quisiera que pudieran alcanzar varios corazones que alguna vez latieron al unísono con el mío, pero lo cierto y concreto es que ahora son solo recuerdos que viven conmigo y con nadie más, y es bueno dejarlos partir, darles una sepultura digna, una ceremonia de despedida.

 Me queda el consuelo que pude sacar fuera de mí, pensamientos, vivencias, recuerdos, alegrías y dolores que no pude expresar en el momento que ocurrieron y que como almas en penas acosaban mis noches, y en ese sentido el blog cumplió con el objetivo explícito de exorcizar “demonios” emocionales, eso al menos me ha ayudado a seguir adelante en mi camino.

Ha sido un testimonio escrito, un breve testamento de lo que fue el amor de pareja en mi vida, y es impensable que sin las personas que me acompañaron en esas historias hubiera podido escribir algo, fueron enseñanzas, fueron ilusiones, fueron realidades, tristezas, decepciones y amarguras fueron los materiales con los que se construye la existencia y si algo queda de todo ello es un profundo sentimiento de agradecimiento a Dios y a la vida por la posibilidad de haberlas conocido.

Es la hora de la partida, del adiós final y para no dejar de lado la impronta cebollera de las canciones con que me gustaba acompañar cada post, dejo un tema a la altura de las circunstancias.


Es todo…y casi nada. 


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